A Story of Pharma

¿Qué es un medicamento?

Conocer un poco sobre todo lo que implica un medicamento debería ser un aspecto importante para todo ser humano, al fin y al cabo, hacen parte de nuestra vida. Nos han permitido moldear la historia de la humanidad y en el último siglo han cambiado las reglas de juego a nuestro favor. Son las herramientas más potentes para combatir las enfermedades, aquellas que pueden requerir o no de otro tipo de intervención médica. Nos han permitido incrementar nuestra esperanza de vida, en algunos casos vivir con enfermedades que antes habían desencadenado en una muerte prematura, pero mal utilizados pueden incluso ser peores que las enfermedades que intentan combatir, solo si son mal utilizados. En este artículo tratare de presentarles de manera general lo que implica el desarrollo de un medicamento, pondré algunos ejemplos y tratare de poner en contexto sus riesgos y sus beneficios.

«Antes mirábamos hacia arriba soñando con qué lugar ocuparíamos entre las estrellas. Ahora miramos hacia abajo, angustiándonos con qué lugar ocuparemos entre el polvo»

Cooper, Interstellar 2014

Cuando hablamos de medicamentos, creo que podríamos empezar por dar una definición de lo que es un medicamento, para esto nos basaremos en la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera medicamento a «cualquier sustancia o combinación de sustancias que se presente como poseedora de propiedades curativas o preventivas de enfermedades en el ser humano o que se pueda utilizar en o en el ser humano con el fin de restaurar, corregir o modificar una función fisiológica ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica»[1]. Es decir, un medicamento es un producto de origen natural o sintético (síntesis o hemisíntesis química) que se utiliza para prevenir, tratar o curar cualquier enfermedad y que actúa en el organismo de diversas formas, modificando el metabolismo o la respuesta inmunológica, generando una respuesta celular general (en células) o a un nivel incluso menor como el molecular donde puede afectar una molécula específica de nuestro cuerpo (enzima o proteína) y generar dicha respuesta terapéutica.

La historia de los medicamentos es larga, casi el mismo tiempo que el Homo sapiens lleva sobre el planeta (creo que sería muy largo este post si hablará de la historia del medicamento, en esta otra entrada se menciona brevemente) y ha afectado la forma en la que este se relaciona con su medio. Es así, que no podríamos ver dicha relación como un proceso netamente individual, sino más bien como un proceso colectivo de toda la especie humana y su entorno (animales, plantas, microorganismo y la misma tierra) que ha moldeado el futuro de todos. A esta relación con el paso del tiempo la hemos llamamos Salud Pública. De esta manera, los medicamentos han impactado la salud pública – creería yo – de forma contundente, pues ellos han generado mediante el descubrimiento de nuevas moléculas entregados en formas farmacéuticas la formulación de políticas que han mejorado la calidad de vida de todos de maneras insospechadas.

Uno de los casos más notables en los que los medicamentos han cambiado el curso de la historia humana es en el control de las enfermedades infecciosas. Hasta hace aproximadamente un siglo, los seres humanos estaban condenados a lidiar con agentes infecciosos «invisibles», microorganismos, que afectaban su salud y, en la mayoría de los casos, causaban la muerte del paciente. Gracias al descubrimiento de los antibióticos, como la penicilina[2] (1928) por Alexander Fleming, se convirtieron en la primera herramienta conocida para tratar enfermedades infecciosas como la polio, la tuberculosis y otras enfermedades. Fue un accidente cuando unas de sus placas de cultivos de bacterias se contaminaron con un hongo (Penicillium notatum), y se descubrió que inhibía el crecimiento de las bacterias. Lastimosamente por falta de políticas más fuertes en el control y uso inadecuado de los antibióticos por parte de pacientes y algunos especialistas de la salud, estamos a puertas de una nueva era, la era de la resistencia de los microorganismos a los antibióticos y sin ser fatídicos, nos estamos quedando sin herramientas (medicamentos antibióticos) para combatirlos, pero de esto hablaremos más adelante. En esta carrera contra las enfermedades infecciosas, las vacunas también han desempeñado un papel crucial al permitir la erradicación de enfermedades como la viruela y la reducción significativa de otras como el sarampión. Los antivirales han contribuido a disminuir la carga de enfermedades virales como el VIH/SIDA, la hepatitis B y C, y más recientemente, a combatir la pandemia del virus SARS-CoV-2.

Otro caso importante que destaca el impacto de los medicamentos en la salud humana es la disminución de la mortalidad por enfermedades crónicas, como la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Medicamentos como el captopril, las estatinas y la insulina han permitido a millones de personas en todo el mundo vivir durante mucho más tiempo, ya que estos medicamentos actúan sobre el control de la presión arterial, la reducción de los niveles de colesterol y el correcto metabolismo de los azúcares, evitando así complicaciones graves y la muerte prematura. Además, otros medicamentos han mejorado la calidad de vida de las personas, como los medicamentos utilizados para tratar la depresión, ansiedad y enfermedades mentales, tales como la sertralina, fluoxetina, alprazolam y clonazepam. Asimismo, los medicamentos para el tratamiento del dolor, como los analgésicos y los antiinflamatorios, permiten controlar el dolor y la inflamación, mejorando los tiempos de recuperación de las personas e incluso evitando la aparición del dolor o eliminándolo por completo.

Cuando hablamos de medicamentos podríamos clasificarlos de varias formas, una de ellas sería de acuerdo con la forma en la que se presenta para ser distribuidos. De esta manera, a estas formas se les conoce como forma farmacéutica, entre las más comunes están las formas sólidas como comprimidos y tabletas, cápsulas duras; formas líquidas como los jarabes, soluciones, suspensiones (una suspensión es un sólido finamente divido disperso en un líquido) e inyectables; y semisólidos como las cremas, ungüentos y geles, además, de las formas especiales como los parches transdérmicos, dispositivos de liberación de fármacos implantados, entre otros. De acuerdo con esto, los medicamentos se pueden clasificar según su uso, composición, forma de adquirirlos, y algunas características especiales. Entre los tipos de medicamentos más comunes se encuentran los medicamentos de venta libre, los recetados, los genéricos y los biológicos.

Los medicamentos de venta libre son aquellos que se pueden adquirir sin necesidad de una receta o prescripción médica. Estos medicamentos se utilizan para tratar síntomas comunes como dolores de cabeza, fiebre, tos, alergias, entre otros. Son de fácil acceso y se pueden comprar en farmacias y otros establecimientos. Es importante leer la etiqueta antes de utilizarlos y seguir las instrucciones adecuadas para evitar problemas de salud. Los medicamentos recetados, por otro lado, son aquellos que solo se pueden adquirir con una prescripción médica. Estos medicamentos se utilizan para tratar enfermedades y condiciones médicas más graves. Su uso debe ser supervisado por un profesional de la salud para evitar problemas de salud y efectos secundarios.

Por otro lado, los medicamentos genéricos son aquellos que contienen los mismos ingredientes activos que los medicamentos de marca, pero son más económicos, esto debido principalmente a que dichos medicamentos no son sometidos a todas las pruebas de investigación por las cuales pasan los medicamentos de marca o innovadores, más adelante mencionare un poco más sobre esto. Estos medicamentos se pueden adquirir una vez que la patente del medicamento de marca ha expirado. Los medicamentos biológicos, por su parte, son aquellos que se fabrican a partir de organismos vivos y se utilizan para tratar enfermedades como el cáncer, la artritis y la diabetes. Estos medicamentos son altamente especializados y suelen ser más costosos que otros tipos de medicamentos.

Todos los medicamentos, absolutamente todos los medicamentos que se utilizan hoy en día y que no hacen parte de otras clasificaciones como son los fitoterapéuticos, entre otros que no quiero mencionar para no darles validez, ya que no la tienen (no son medicamentos), son aprobados bajo estrictos protocolos para garantizar que el riesgo de su uso se compensa con creces con su beneficio. A este proceso se le conoce como ciclo de vida de un medicamento y son de manera general todas las etapas por las que pasa una nueva molécula desde su descubrimiento hasta su comercialización.

Podríamos resumir a este proceso en 4 etapas generales; la primera etapa se considera la etapa de descubrimiento y en ella se da la identificación de moléculas potenciales ya sea mediante investigación básica encontrando nuevas molécula en la naturaleza, su posterior aislamiento y comprobación de una posible actividad biológica benéfica o en una supercomputadora que es capaz de probar cientos de miles de moléculas al día sin necesidad de sintetizar ninguna, o a través de una simulación in silico mediante procesos como el docking molecular y QSAR (Quantitative Structure Activity Relashionship) donde, luego de identificar una molécula candidata pasa a ser sintetizada. En esta etapa también se prueba todas las propiedades fisicoquímicas como solubilidad, cristalinidad, propiedades relacionadas con la posible forma farmacéutica, ensayos in-vitro e in-vivo en modelos celulares y animales (esperamos algún día poder terminar con este tipo de ensayos en animales y que los modelos en células nos permitan identificar posibles problemas antes de llegar a estudios con humanos). El proceso de descubrimiento e identificación de una molécula potencial hasta su síntesis y pruebas en laboratorio puede durar en promedio unos cinco años.

La segunda etapa está relacionada con estudios en humanos y se le conoce como fase de investigación, en esta etapa se refina la posible forma farmacéutica final en la cual la molécula (fármaco) es entregado. También, en esta etapa comienzan los estudios Clínicos Fase I y Fase II. Los estudios Fase I se hacen en un grupo reducido de personas sanas (voluntarios) y su principal objetico es determinar la dosis segura y tolerable del medicamento, así como identificar cualquier efecto secundario o reacción adversa que pueda presentarse. Los estudios Fase II se utilizan para evaluar la eficacia del medicamento o tratamiento en un grupo más amplio de pacientes con la enfermedad o condición que se está tratando. Se busca determinar si el medicamento es efectivo y si la dosis recomendada es adecuada. Además, se sigue evaluando la seguridad y tolerabilidad del medicamento. Con los resultados obtenidos se toma la decisión de si la molécula es adecuada para ser sintetizada a una escala mayor y probada en grupos poblacionales alrededor del mundo (estudios multicentro), aquí comienzan los estudios clínicos Fase III, En este estudio se realiza un ensayo clínico aleatorio y controlado para evaluar la eficacia y seguridad del medicamento o tratamiento en un grupo aún más amplio de pacientes. El objetivo principal es confirmar la eficacia del medicamento y evaluar su seguridad a largo plazo. La etapa dos puede durar un promedio de cinco años.

En la tercera etapa del ciclo de vida de un medicamento toda la información obtenida de todos los estudios anteriores es recopilada de manera metódica y organizada para ser entregada a las autoridades gubernamentales adecuadas (generalmente la FDA, EMA). Toda esta información es estudiada por un grupo de pares expertos que determinan la viabilidad de aprobación del nuevo medicamento o si se requiere más información y por lo tanto nuevos estudios para garantizar la seguridad de los pacientes. Luego de que el estudio entregado es aprobado por parte de los evaluadores las autoridades emiten el permiso de comercialización del nuevo medicamento. A esta tercera etapa se le conoce como fase de revisión de la aplicación y puede durar hasta 5 años. La cuarta etapa se le conoce como Vigilancia pos-comercialización donde se realizan los estudios clínicos Fase IV del medicamento donde se continúa evaluando su seguridad y eficacia en condiciones normales de uso. Esta fase se conoce como estudios de farmacovigilancia y se llevan a cabo para detectar efectos secundarios raros o a largo plazo para evaluar su uso en poblaciones más amplias. Además, en esta etapa también se pueden encontrar aplicaciones nuevas asociadas al uso del medicamento, que sea útil en otras afecciones no identificadas durante las etapas I y II.

Tal vez, lo más complejo de todo esto que de por sí ya es bastante complejo es el increíble esfuerzo económico y el tiempo consumido que puede acarrear el llevar una molécula como medicamento desde su descubrimiento hasta la aprobación de su uso. Para darnos una idea, el desarrollo de un nuevo medicamento puede costar entre unos dos mil millones y cuatro mil millones de dólares y demorarse hasta 15 años para ver la luz en la cuarta etapa del ciclo de vida. Lastimosamente casi la totalidad de todo este esfuerzo la realizan compañías privadas y la investigación en universidades y centros gubernamentales es relegada a un segundo plano por la baja inversión en ciencia a la que le dedican las naciones en el mundo.

En la mayoría de los países del mundo cuando un medicamento con una nueva molécula es lanzado al mercado esté es protegido por una patente (patente por innovación) que puede durar de diez a veinte años, y donde la empresa dueña puede explotar económicamente de manera exclusiva para recuperar o tratar de recuperar la inversión realizada durante las etapas de desarrollo. Es así, que luego de que la patente expira las demás compañías farmacéuticas o gobiernos pueden producir medicamentos a bases de la nueva molécula, a estos medicamentos se les conoce como medicamentos genéricos pues su efecto farmacológico es igual que el medicamento innovador (siempre que el desarrollo del genérico sea hecho de manera responsable y cumpliendo las normativas adecuadas) y no debe cumplir nuevamente todos los estudios de la etapa de investigación pues estos ya fueron demostrados. En la mayoría de los casos con la demostración de equivalencia terapéutica es suficiente. De esta manera, su costo de producción y de venta es mucho menor; tal vez uno de los mayores éxitos en materia de salud pública ha sido el poder garantizar un acceso equitativo a toda la población de los medicamentos a través de genéricos, pero también debemos ser conscientes que aún falta camino por recorrer para proveer un acceso sin restricción de todos los medicamentos en todos los niveles de nuestra sociedad.

Desde que se empezaron a usar los medicamentos siempre han estado acompañados de un riesgo, riesgo que como especie hemos aprendido a identificar, controlar y en algunos casos eliminar. Es innegable el impacto que estos han tenido en nuestra vida diaria, la forma en la que ha moldeado cada uno de nuestros aspectos permitiéndonos vivir mucho más tiempo – junto con políticas de salud pública –, y llevar de manera más humana nuestras enfermedades. Como dijo Susan Sontag nacemos con dos pasaportes, el de estar sanos y el de estar enfermos y los medicamentos nos han permitido viajar a ese lado oscuro sin el temor de antaño, el de morir por enfermedades curables. Pero, los medicamentos son una herramienta, no son la salvación y debemos estar conscientes de su uso adecuado; el 50% de los medicamentos bajo formula médica se recetan, prescriben o se venden de forma inapropiada y al menos la mitad de las personas enfermas han hecho alguna vez en su vida un uso inadecuado de medicamentos [3]. En el años 2019 cerca de un millón doscientas mil personas murieron porque contrajeron una infección bacteriana resistente a antibióticos y se espera que para el año 2050 el número de personas muertas llegue a los diez millones al año [4] sino hacemos un uso adecuado y racional de los antibióticos.

Nada ganamos sino entendemos el verdadero papel de los medicamentos, sí las personas encargadas de su prescripción, de la venta y de la vigilancia no educan a los pacientes sobre las implicaciones de un uso inadecuado, de evitar la automedicación y especialmente de medicamentos de venta bajo formula médica. Estamos ante un panorama gris pues los controles no son eficaces y cada día más personas desde edades tempranas pueden acceder a medicamentos sin ningún control; estamos en la era de la información, pero casi nadie quiere estar informado. Hay muchos caminos en los cuales podemos perder lo que hemos ganado como sociedad, es fácil e igual que Cooper en la película «Interstellar» perder la capacidad para soñar, para viajar, para ver las estrellas y los medicamentos han jugado un papel importante en ese viaje, nos han dado calidad de vida, de apartar la mirada y ver el infinito, son una herramienta formidable si aprendemos a utilizarla o pueden ser nuestra perdición sino entendemos su papel en nuestra vida.

Bibliografía

[1] Organización Mundial de la Salud, «Establecimiento de normas internacionales para productos farmacéuticos». OMS, 2003.

[2] M. Gerald, La historia de los Medicamentos. Del arsénico a la viagra. 250 hitos en la hisotria de los medicamentos. España: Editorial Crítica, 2016.

[3] National institutes of Health, «El uso indebido de los medicamentos recetados – Reporte de investigación Panorama general», 24 de abril de 2023. https://nida.nih.gov/es/publicaciones/los-medicamentos-de-prescripcion-abuso-y-adiccion/panorama-general

[4] BBC, «“Pandemia silenciosa”: las infecciones por bacterias resistentes a antibióticos matan más personas que la malaria y el sida», BBC News, 20 de enero de 2022. https://www.bbc.com/mundo/noticias-60073805#:~:text=M%C3%A1s%20de%201%2C2%20millones,casi%203.500%20fallecimientos%20cada%20d%C3%ADa. (accedido 24 de abril de 2023).

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